miércoles, 11 de diciembre de 2013

El Cero Rey

Estaba mi pupila haciendo esos deberes de fracciones (¿Tres semanas con las fracciones no es demasiado tiempo?) y mientras hacía y deshacía, le pregunté si podía coger un cuaderno que usan ocasionalmente en clase, uno lleno de fotocopias que les reparte la profesora.

Vi varias cosas que me gustaron bastante (Sopas de letras con nombres de matemáticos famosos, etc), y entre las cosas que encontré se halla el relato que os dejo a continuación, que no solamente habla de los números... 

Aquí os lo dejo:

El Cero Rey
El cero, harto de no ser nada, decidió buscarse la vida fuera del Sistema Métrico Decimal.
- Al otro lado del Sistema Métrico Decimal no hay nada - le dijeron los números pares y los impares y también los idiotas, pues sabían que sin el cero todo el sistema se vendría abajo.
- Pues ése es mi sitio –respondió él -, ya que yo no soy nada.
- Sí eres, sí eres - le dijeron.
- No soy, no soy – respondió él -. Dos días son dos días, y siete semanas son siete semanas, pero cero meses no es ningún mes.
- Ponte a mi lado y seremos un 40 – dijo el 4.
- Quiero ser algo por mí mismo, sin ayuda de nadie – respondió.


Atravesó, pues, el Sistema Métrico Decimal y llegó a un lugar raro, donde las cosas no eran nada. Ni las calles eran calles, ni los semáforos, ni los árboles. “Éste es mi sitio, puesto que soy un número que no es un número.”
Entró sigilosamente en una casa y vió un padre que no era un padre, una madre que no era una madre, unos hijos que no eran unos hijos, y un canario que no era un canario.
Estuvo todo el día observando, escondido tras un sofá que no era un sofá, a aquella familia que no era una familia. Al atardecer salió a la calle que no era una calle, feliz de haber encontrado para vivir, un lugar que no era un lugar.
Pero apenas había recorrido dos manzanas, cuando fue detenido por dos policías que no eran policías.

- Usted no puede permanecer aquí – le dijeron-, Para estar aquí es preciso no ser nada.
- Es que yo soy un cero – dijo el cero.
- Un cero es un cero – le contestaron.
- Un cero – dijo él - es un número que no es un número. ¿Cuántos días son cero días? ¿Cuántas semanas son cero semanas? ¿Cuántos meses son cero meses?

Los policías que no eran policías se miraron sin saber qué contestar.

- ¿Qué diferencia hay entre un cero y nada? – insistió el cero.

El asunto fue llevado ante unos licenciados en nada, que era la profesión más extendida en aquel sitio. Tras darle muchas vueltas al asunto, estos expertos decidieron que no era lo mismo nada que cero.
El cero fue devuelto violentamente al Sistema Métrico Decimal, donde fue recibido con todos los honores por el resto de los números, que no podían vivir sin él.
Y para que no volviera a irse, lo nombraron el Rey del Sistema Métrico Decimal, y él aceptó, y desde entonces reina sin comprender por qué es preciso ser nada para serlo todo.



Relato extraído del libro
Números pares, impares e idiotas
Autores : Juan José Millás y Antonio Fraguas "Forges"

4 comentarios:

  1. ¡Qué pasada de relato! Espero tu bendición para publicarlo en mi blog "profesional". Esconde muchas enseñanzas, incluso de Matemáticas. Todo es importante, hasta lo que "no es nada". Cuántas veces nos han preguntado "¿Qué te pasa?", "No es nada, tranquilo". Un genio, Millás.

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    1. Cuando lo leí me encantó muchísimo...
      Y claro que tienes mi bendición para publicarlo donde te plazca, que el relato no es mío! jajaja

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  2. ¡¡Me ha gustado mucho el relato!! :_) Mi pregunta: ¿Se lo leíste a la pupilica? ¿qué le pareció?

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    1. La verdad es que tenía intención de que lo leyéramos juntas, pero al final no hubo tiempo, y recuerdo que ese día terminamos con los juegos de palillos...

      Como esta en ese cuaderno suyo especial de clase, supongo que ya hablarían de él en clase... de todas formas se lo preguntaré el próximo día que la vea, que sin duda su lectura es demasiado interesante como para pasarla por alto!!

      Biquiños! =)

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